miércoles, 19 de enero de 2011

La ética en la evaluación

La puesta en marcha de un proceso evaluativo, es necesaria para saber que se está consiguiendo, si se cumple lo previsto, que aspectos se han de mejorar, etc., todos estos puntos llevan a evaluar el quehacer de lo que se quiere mejorar y hacer conocer.
Muchas veces, la finalidad de la evaluación no queda bien definida, según la perspectiva o concepción donde se sitúe el evaluador/a. En esta misma línea, se ve reflejada el tipo de ética que cada uno va a utilizar, sin obviar, los métodos que se utilicen y la complejidad que ello conlleva.
La ética de la evaluación quiere ir más allá del tipo de evaluación abusiva que se caracteriza por la creación de puntos negativos que nacen del poco rigor, fiabilidad, credibilidad, adaptación, transferibilidad, etc. En este sentido, es el evaluador/a el responsable para plantear una evaluación positiva evitando todas estas trampas.
Ante todas estas barreras que van surgiendo en la evaluación, uno de los puntos que quería analizar son las bajas expectativas que se crean en alumnos/as con dificultades. Utilizando la evaluación como una herramienta de exclusión, etiquetación, descalificación y desvaloración donde el objetivo final puede conducir a estos alumnos al fracaso escolar.
"Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo demuestra que la educación ha comenzado"
EPICTETO DE FRIGIA

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